El departamento de Cajamarca en el año 1940 contaba con 555197 habitantes. A mediados de 2002, su población había aumentado a poco menos de un millón y medio de personas, es decir, se había multiplicado por 2.7, un crecimiento sustancialmente menor que el conjunto del Perú, que en el mismo período había visto incrementada su población en 3.81 veces. La tasa bruta de natalidad del departamento es, sin embargo, más alta que la del Perú (30.7 por mil, versus 26.2 por mil), por lo que el menor ritmo de crecimiento debe explicarse por otras variables, entre ellas la emigración.
Cajamarca, en efecto, es un departamento con una alta tasa de emigración, que en el quinquenio 1988 - 1993 le significó una pérdida neta de casi 75000 personas, tendencia histórica, como se prueba con el censo de 1981, el cual registró 24569 inmigrantes contra 81251 emigrantes, esto es, un saldo negativo de 56682 personas. El destino preferido es, como siempre, Lima, pero siguiéndole de cerca dos departamentos que tradicionalmente han acogido a los cajamarquinos, La Libertad y Lambayeque, y, no mucho más atrás, San Martín, que recibió, en el período 1988 - 1993, a 16087 emigrantes del departamento, y Amazonas, que fue el destino de otros 10219.
La provincia más poblada es Cajamarca, donde está ubicada la capital, que concentra el 19% de los habitantes del departamento, y luego vienen Jaén, con el 14.1%, y Chota, con el 13.1%. Jaén y San Ignacio son las que han tenido el mayor crecimiento en las últimas décadas. No obstante, la distribución de la población en términos de densidad salvo Hualgayoc, que por ser la más pequeña tiene una alta densidad (108 habitantes/km2), y Cajamarca (96 habitantes/km2), por ser sede de la capital es bastante homogénea y se mueve, en la mayoría de las provincias, en un rango de 35 a 55 habitantes por kilómetro cuadrado.
La población de Cajamarca es en un 68% rural, cifra apenas superada por Huancavelica, cuyos habitantes en un 70.7% viven en el campo. Sólo la provincia capital tiene a la mayoría de su población agrupada en centros urbanos, y únicamente tres de sus 13 provincias cuentan con más de un 30% de habitantes viviendo en pueblos o ciudades. La de más alta ruralidad es San Ignacio (87.9%).
Los principales indicadores demográficos, sin embargo, no registran la situación catastrófica que uno esperaría encontrar, habida cuenta de la relación entre ruralidad y altos índices de mortalidad. Así, la tasa bruta de mortalidad fue, en el quinquenio 1995 - 2000, de 7,1 por mil, inferior a la de todos los departamentos de la sierra, excepto Pasco, y muy distante del 13 por mil de Huancavelica o el 10.6 por mil del Cuzco. También en la tasa de mortalidad infantil la diferencia con otros departamentos serranos es notoria: aunque 47 por mil es todavía una cifra muy alta, está lejos de los 86 por mil de Huancavelica y es incluso mejor que la de Junín (48 por mil). Lo mismo sucede con la esperanza de vida al nacer, que es sólo un año inferior a la del promedio peruano. En cambio, el porcentaje de niños de seis años que sufren de desnutrición crónica es, comparativamente, bastante alto (49.7%), pues es superior a los de Áncash (33.7%), Amazonas (43%), Cuzco (43.3%) e incluso Huánuco (49.2%).
También la tasa de analfabetismo, que era, en el año 2000, de 22,2%, resultó superior a la del Cuzco (16.7%), Puno (20.5%) o Amazonas (17.1%). Esa misma deficiencia se observa en los porcentajes de la población que tiene acceso a otros servicios, como los de desagüe (25.9%, frente al 51.2% del promedio nacional), alumbrado público (29.5%; Perú = 69.3%) o agua potable (57.2%; Perú = 72.3%). En estos casos es claro que el factor ruralidad incide en las deficiencias.
Estas últimas carencias explican que en el índice de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Cajamarca no se halle tan bien situada, pues se halla por debajo de Áncash, Amazonas, Puno o Pasco. La provincia cajamarquina mejor ubicada es Contumazá, que ocupa el lugar 74 entre las 194 provincias peruanas, y la peor situada Hualgayoc, en el puesto 167.
Cajamarca sigue siendo un departamento esencialmente agropecuario. En el 2012 contaba con 1513892 habitantes, de los cuales el 32.7% tenía residencia urbana y el 67.3% pertenecía al medio rural. Esto implicó un incremento de la población rural respecto al censo del 2007, en el que este último sector representaba el 64%.
Una característica de las provincias de Cajamarca es que en todos los porcentajes de población rural es más alto que el de la urbana. El censo del 2007 registró, por ejemplo, para la provincia de Cutervo 111 mil habitantes rurales frente a 28 mil habitantes urbanos; para Chota indicó 128 mil frente a 32 mil; y para Cajabamba señaló 68 mil frente a 18 mil.
En el 2015, según estimaciones del INEI, Cajamarca tendrá 1529755 habitantes, mientras que la capital del departamento, que registra 228691 habitantes (18.7% del departamento), tendrá 246536. Desde los censos de 1993 y del 2007 hasta la actualidad, la tasa de crecimiento censal departamental es de 0.7%, pero se presenta de manera bastante irregular en las provincias. Anualmente, San Ignacio crece 1%, Cajabamba crece 0.5% y Contumazá disminuye con -0.3%.
Crecimiento de la población
La tasa de crecimiento censal departamental ha promediado entre 1.8% y 1.6% desde el censo de 1993.
Distribución por género y edad
En cuanto al género, la proporción poblacional favorece a la mujer con un 51% frente al varón que tiene el 49%. En cuanto a edades, predomina el grupo ubicado entre 0 y 14 años que es un 35& del total. Se trata de una población joven.
Población por provincia (2012)
La mayor población no corresponde a un mismo tipo de escenario geográfico o productivo. La provincia más poblada es Cajamarca, ubicada en la zona andina más fértil. Le sigue en importancia Jaén, en plena ceja de selva, y luego Chota de escarpada geografía.